1 taza de espinacas frescas
1/2 taza de frutos rojos
1 unidad de banano pequeño
1 cucharada de semillas de chía
1 taza de leche de almendras
1 cdta de polvo de cúrcuma
1/2 cucharadita de jengibre fresco rallado
1 sobre de Natuvia con Probióticos (ajustar al gusto)
1 taza de hielo en cubos
En una licuadora, agregá las espinacas, los frutos rojos, el banano, las semillas de chía, la leche de almendras y el polvo de curcuma.
Agregá el jengibre fresco rallado.
Añadí el sobre de Natuvia y el hielo.
Licuá todo a velocidad alta hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Si preferís un smoothie más líquido, podés añadir ½/ taza más leche de almendras o agua. Si lo querés más espeso, utilizá la fruta congelada.