4 rebanadas gruesas de pan de masa madre (120 gramos)
1 taza de avellanas tostadas y peladas (120 gramos)
2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar (10 gramos)
4 sobres de Natuvia con Probióticos (4 gramos)
2 cucharadas de leche descremada (30 ml)
1/2 cucharadita de extracto de vainilla (2.5 ml)
Una pizca de sal (0.5 gramos)
Para acompañar y decorar:
1 banano mediano, cortado en rodajas (100 gramos)
Prepará la crema de avellanas y cacao: si las avellanas no están tostadas, extendé en una bandeja para hornear y tostá en el horno precalentado a 180°C (350°F) por unos 8-10 minutos, o hasta que la piel se desprenda fácilmente y estén fragantes. Luego, frotá con un paño limpio para quitarles la mayor parte de la piel.
Colocá las avellanas tostadas y peladas en un procesador de alimentos potente. Procesá por varios minutos. Al principio se formarán migas, luego una pasta más espesa, y finalmente, a medida que los aceites naturales se liberen, se volverá una crema suave y fluida. ¡Tené paciencia, esto puede tardar unos 5-10 minutos, raspando los lados del procesador ocasionalmente!
Una vez que tengás la crema de avellanas, agregá el cacao en polvo, el Natuvia, la leche descremada, el extracto de vainilla y la pizca de sal. Procesá nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados y la crema tenga un color y textura uniformes. Si la querés un poco más líquida, podés añadir una cucharada más de leche.
Tostá las rebanadas de pan de masa madre hasta que estén doradas y crujientes.
Una vez que las tostadas estén listas, untá generosamente cada rebanada con la crema de avellanas y cacao casera.
Colocá las rodajas de banano fresco sobre la crema en cada tostada, distribuyendo de manera uniforme.
Para aumentar la cantidad de proteína en tu desayuno, acompañá con huevo o proteína de tu preferencia.