Todo inicia con el proceso de cultivo, donde la extracción y purificación de las hojas, requiere menos agua, tierra y energía. De hecho, ¿sabías que con el cultivo de la planta de Stevia se produce la misma cantidad de endulzante que otras alternativas naturales?
Y eso no es todo, el sabor dulce que proporciona la hoja de Stevia viene de los “glucósidos de steviol” que se encuentran en las moléculas de la hoja 🍃.
¿Y de dónde salen? Fácil, se extraen de la planta justo cuando se ponen a reposar las hojas de Stevia en agua (sí, al igual que un té).
Ese líquido que se obtuvo, se filtra y se separa de la planta. ¿Y qué pasa con esto? Se purifica con agua y alcohol de grado alimenticio y se pasa a secar, aquí se obtiene el extracto de alta pureza de la hoja.
Lo interesante de este proceso, es que ayuda a que el resultado final tenga un sabor más parecido al del azúcar. Y súper importante, toda esta cadena cumple con los estándares y regulaciones internacionales para ser utilizado como endulzante en alimentos y bebidas.
Entonces, una vez extraídos y purificados los “glucósidos de steviol”, se utilizan como insumo para crear nuestro producto. El Stevia al ser un endulzante de alta pureza, ¡es 300 veces más dulce que el azúcar! 😮 Por eso, se requiere una pequeña cantidad para poder mezclarlo con la sacarosa o el agua como vehículo.