¿Qué es el slow food?

¿Slow food? 🧐 ¿no es “fast food”?
Pues no, estás leyendo bien. Si leíste el título del post y te dio curiosidad saber si estábamos hablando del tema correcto, dejanos contarte un poco más.

Aunque no parezca tan común, sí lo es y es un movimiento que le ha dado la vuelta al mundo🌏 por varios años.

Pero, ¿de qué se trata? ¡Acompañanos y descubrí si es un movimiento que te puede gustar y aplicar en tu día a día! 🍃

Para ponernos un poco en contexto, sabemos que nuestras rutinas a veces pueden estar cargadas de actividades que nos impiden detenernos por un momento y percibir lo que nos rodea.

Podemos hacer el ejercicio de recordar los almuerzos que han durado como mucho 10 minutos, porque en cuestión de 5 minutos, teníamos que correr a una reunión importante⏰ 🥵

¿Te suena familiar? Es porque eso pasa y mucho. No siempre podemos tener el control de todo, pero aquí es precisamente donde entra el propósito del movimiento llamado “Slow food” o en español comida lenta.

Básicamente, el movimiento consiste en comer consciente y placenteramente con alimentos de calidad. Una alternativa natural en la que disfrutar de forma tranquila de la comida es lo primordial🍃

En pocas palabras, disfrutar al máximo nuestro tiempo de comida. Te hacemos una invitación para descubrir los beneficios que nos puede brindar el agendar un tiempo para esta actividad sin distracciones.

El estrés, la falta de tiempo y la oferta de productos listos para consumir, han generado cambios en nuestros hábitos de alimentación que posiblemente no nos han hecho tan bien, como el consumo de mayor cantidad de comida o alimentos deficientes en propiedades nutricionales.

El “Slow food”ha ido creando una contracultura sobre la “comida rápida”, incentivando nuestra educación con respecto a todo lo que comemos. Por ejemplo, busca que disfrutemos de cada uno de los ingredientes que están en nuestro plato, así como las técnicas que se utilizaron para prepararlo y dejar de recurrir a la comida donde solo tenemos que calentar y listo.

Pero, ¿cómo le ponemos atención a nuestros ingredientes si nuestro consumo se ha inclinado por la comida rápida? Esto es precisamente otro de los objetivos del movimiento: apoyar a los agricultores y su diversidad de productos orgánicos, así como el uso de ingredientes locales.

Esto beneficia a muchísimos productores, ya que se convierten en una alternativa atractiva para el comercio de sus productos.

1. Nos ayudar a digerir mejor los alimentos

Saborear los alimentos así como experimentar las texturas de cada ingrediente, es un acto que no se puede disfrutar a la ligera. Al masticar más despacio le permitimos a nuestro cuerpo hacer mejor la digestión e incluso, sentir que ya estamos satisfechos😉

2. Somos más cuidadosos con lo que comemos

Esto no significa limitarnos y eliminar alimentos solo porque sí, consiste en elegir cada ingrediente valorando si es lo que realmente queremos en nuestro tiempo de comida.

3. Apoyás a productores locales

Es importante que tengamos en mente que no se trata de los beneficios que podemos generarnos a nosotros mismos, sino de proteger y promover el consumo de los alimentos locales.

4. Comés más variado

Considerando lo anterior, consumimos una gran variedad de alimentos como: frutas, verduras, legumbres, pescados, carnes, huevos, con gran valor nutricional y que nuestro cuerpo necesita.

5. Recuperarás el gusto por comer

Sí, esto significa tratar de hacer a un lado el estrés y las prisas y buscar espacios sanos donde incluso podemos tener conversaciones con los que compartimos en la mesa.

Podemos concluir que el Slow food va más allá que solo comer lento, al contrario, significa disfrutar de comida buena, limpia y justa. Es pensar en nosotros mismos, en descubrir que podemos hacer una pausa en nuestro “rush” diario y encontrar un alternativa que nos puede hacer bien para el resto de la vida🍃

🍃 Nos encantaría saber si ya formas parte de él o si tenés alguna duda o comentario 🍃