1 y 1/2 tazas (360 ml) de leche descremada
1 y 1/2 tazas (360 ml) de yogurt griego natural
5 kiwis maduros pelados
6 sobres de Natuvia con Probióticos
1 cucharadita (5 ml) de jugo de limón
Prepará la base del helado: en una licuadora, combiná 3 de los kiwis pelados y troceados, la leche descremada, el yogurt griego, el jugo de limón y 4 sobres de Natuvia. Licuá hasta que la mezcla esté uniforme y de color verde. Verté la mezcla en un recipiente con tapa y llevalo al congelador por al menos 3 horas, o hasta que esté semi-congelada.
Prepará la salsa de kiwi: mientras la base se congela, pelá y troceá uno de los kiwi que te sobraron. En una olla pequeña cocina los trozos de kiwi en el agua y 2 sobres de Natuvia restantes a fuego medio por unos 5 minutos, revolviendo de vez en cuando. Machacá el kiwi para formar una salsa. Retirá el fuego y dejá enfriar.
Cremá el helado: una vez que la mezcla de helado esté semi-congelada (con consistencia como granizado), sacala del congelador. Con ayuda de un tenedor o batidora, batí vigorosamente la mezcla hasta que se deshagan los cristales de hielo y tenga una consistencia más cremosa. Devolvé el recipiente al congelador, por unas 4 horas más o hasta que tenga la consistencia deseada.
Serví el helado: pelá el kiwi que te sobró y cortalo en trocitos pequeños. Serví el helado en copas individuales. Agregá un poco de la salsa de kiwi encima, moviendola con un tenedor, para crear un semi-veteado si querés, y finaliza la decoración con los trocitos de kiwi fresco por encima.