El maní es una pequeña semilla súper versátil que esconde una gran cantidad de nutrientes. Sus principales componentes nutricionales son grasas, proteínas y carbohidratos, que nos dan la energía que necesitamos para enfrentar el día con la mejor actitud.
Además de estos macronutrientes, el maní está lleno de vitaminas, minerales, fibra y otros componentes bioactivos como los fitoesteroles, que lo convierten en un alimento ideal para una vida saludable.
Si lo que buscás es energía, ¡el maní es ideal para vos! Tal vez has escuchado que tiene muchas grasas, pero lo que no te han dicho es que son grasas monoinsaturadas.
¿Qué significa eso?
Además de cuidar el corazón, varios estudios han demostrado que el consumo de estas grasas saludables pueden reducir el riesgo de aterosclerosis, accidentes cerebrovasculares e infartos cardiacos gracias a que mantienen un buen flujo sanguíneo, mejoran el metabolismo de la glucosa y la presión arterial. Estas grasas combinadas con los fitoesteroles que comentamos anteriormente, ¡hacen del maní un alimento buenísimo para cuidar el corazón y asegurar que podrás vivir por muchos años más!
Como si no fuera suficiente, estas grasas monoinsaturadas también ayudan a reducir la grasa corporal, el riesgo de cáncer y el deterioro cognitivo.
Pero el maní no solo nos beneficia por sus grasas buenas, ¡si no por su alto contenido de proteína también! Esta semilla es una gran fuente de proteína vegetal, lo que la hace una excelente alternativa a la carne y sus derivados para personas vegetarianas o veganas.
El maní también es rico en vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento, desarrollo y buen funcionamiento del cuerpo. Hoy vamos a enfocarnos en dos: 1. La vitamina E y 2. Los polifenoles.
La vitamina E y los polifenoles aportan antioxidantes que protegen nuestras células, disminuyen el riesgo de cáncer y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares al igual que el envejecimiento prematuro.
¿Quién hubiera pensado que dentro de una semilla tan pequeña podrían haber tantos beneficios?
Parte de lo que más nos gusta del maní, es que es un alimento que te permite disfrutar de todo lo que querés en distintas presentaciones.
El maní tiene muchos productos de uso culinario desde aceites de maní y mantequilla de maní, hasta harina de maní o maní tostado. Lo podés incorporar en panes, aderezos, salsas, snacks, postres, etc. ¡Las opciones sobran!
¿Qué te parece empezar el día con unas tostadas deli acompañadas de mantequilla de maní casera? Para hacerlas, solo tenés que hacer clic aquí para ver la receta. ¡Te prometemos que es muy fácil de hacer!
¿Falta un ratito para la hora de almuerzo y ya te dio un poco de hambre? ¡No hay problema! Comete un yogurt con los toppings que tengás a mano. Nosotros te recomendamos una granola hecha en casa.
Mezclás todos estos ingredientes y los metés al horno hasta que se pongan crujientes.
Para el almuerzo, podés hacer una ensalada y le agregás maní para darle extra bienestar, aderezarla con aceite de maní, vinagre de arroz y unas gotitas de Natuvia Líquido.
¡Llegó la hora de la cena! Preparate este pollo oriental con salsa de maní picante
Y cerrá la noche con broche de oro disfrutando estas crepas de mantequilla de maní y banano
Una opción saludable, deliciosa y llena de bienestar para terminar el día.
¡Esperamos que hayás disfrutado de este blog y hayás aprendido un montón sobre el maní y sus beneficios!
Dra. Gabriela Cartín Castro
Nutricionista. CPN 243-10
